Con gran alegría puedo comunicar que hoy hemos firmado el acuerdo de colaboración para la construcción de la nueva Romareda. Junto al gobierno de Aragón y el Real Zaragoza hemos comparecido en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento para detallar los puntos que llevarán a Zaragoza a contar con un estadio del siglo XXI. A través de la sociedad mercantil limitada de propósito singular se canalizará la financiación de la nueva Romareda. De esta manera ofrecemos también a la RFEF nuestro compromiso que nos permitirá ser elegibles como sede en el Mundial de 2030.
Los datos de la sociedad
La sociedad deberá contar con un capital social que ascenderá a 120 millones de euros. La distribución por instituciones será la siguiente: Ayuntamiento (33,34%), Gobierno autonómico (33,33%) y club (33,33%). En el momento de la constitución de la sociedad, las tres partes deberemos llevar a cabo aportaciones por valor de 50.500.000 euros. Por parte del Ayuntamiento ofrecemos el valor del derecho de superficie correspondiente a la titularidad del suelo del estadio municipal que se valora en 24,5 millones de euros, el Gobierno de Aragón aportará un capital de 20 millones de euros y el Real Zaragoza S.A.D. entrará en la operacón aportando al capital social la cantidad de 6 millones de euros como contravalor del coste para la elaboración de los proyectos (de construcción, de derribo o de movimiento de tierras) y, el resto, a través de una aportación dineraria.
Un proyecto abierto
A continuación y hasta 2028 las 3 instituciones ampliaremos capital por valor de 15,5 millones el Ayuntamiento, 20 millones el Gobierno de Aragón y 34 millones el Real Zaragoza. El proyecto seguirá siendo abierto, permitiendo la entrada a la sociedad a otras entidades que lo deseen, que aliviarán el montante de la aportación. Los costes estimados de la construcción de la nueva Romareda son 140 millones de euros.
Comenzaremos a ver movimientos en el primer trimestre de 2024 que cuando se liciten las primeras obras de demolición y será en el segundo semestre, tras el concierto de Bunbury, cuando la Romareda comenzará a construirse.
La nueva Romareda está más cerca que nunca de ser una realidad. La pedían los ciudadanos, los aragoneses y los zaragocistas, y pese a que el primer proyecto que no costaba nada a los zaragozanos tuvo que ser desechado por la inseguridad jurídica que provocó un recurso de la izquierda, hemos seguido trabajando a contrarreloj para que la cuarta ciudad de España pueda contar, al fin, con el estadio que merece.