Esta mañana he visitado las instalaciones del Centro Tecnológico Circe junto a su director general Andrés Llombart. Se trata de un centro de investigación, innovación y medio ambiente con 30 años de experiencia en los que ha colaborado con empresas de todos los sectores para mejorar su competitividad. Siempre desde el punto de vista de la sostenibilidad.
Con CIRCE me une esa filosofía de respeto al medio ambiente compatible con el crecimiento empresarial. Los mejores ejemplos de lo bien que trabaja esta fundación en Zaragoza son los proyectos de la Misión 100 ciudades (CIRCE fue clave en la selección de nuestra ciudad por parte de la Comisión Europea como una de las llamadas a ser climáticamente neutras en 2030), el programa INCIT-EV de sistemas de carga electrónica por inducción o el proyecto REDOL para el aprovechamiento de residuos.
Con CIRCE colaboramos también en el desarrollo de las comunidades energéticas y en esa línea quiero seguir trabajando con ellos. Para que Zaragoza siga siendo un punto de referencia en movilidad sostenible, innovación y medio ambiente es importante ir acompañados de los mejores profesionales del sector y, sin duda, CIRCE es un centro de investigación esencial.
De la mano de CIRCE quiero implementar el Plan de Adaptación al Cambio Climático de Zaragoza, un ambicioso documento que incluye 47 medidas relacionadas con la salud, el agua, infraestructuras verdes, planificación urbana y energética, movilidad y educación. Se trata de criterios y acciones que me comprometo a tener en cuenta de cara a reformas de calles y plazas o a la rehabilitación de vivienda que se está acometiendo ya en Zaragoza y que, cuando sea alcaldesa, impulsaré aún más.